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domingo, 2 de diciembre de 2012

PRÁCTICA DE COMENTARIO DE TEXTO DE LOS TEMAS 3 Y 4



COMENTARIO DE TEXTO
Echó a correr monte arriba.
«¡Pero ese hombre está loco!», pensaba Quintanar, que le seguía jadeante, con un palmo de lengua colgando y a veinte pasos otra vez.
El Magistral procuraba orientarse, recordar por dónde había bajado pocas horas antes de la casa del leñador. Se perdía, confundía las señales, iba y venía... y don Víctor detrás, librándose de las arañas como de leones, de sus hilos como de cadenas.
«Lo mejor es subir por la máxima pendiente, ello está hacia lo más alto... pero arriba hay meseta, vaya usted a buscar...».
Se detuvo. Como si nada hubiera dicho don Víctor, con cara amable y voz dulce y suplicante advirtió:
-Señor Quintanar, si queremos dar con ellos tenemos que separarnos; hágame usted el favor de subir por ahí, por la derecha...
Don Víctor se negó, pero el Magistral insistiendo, y con alusiones embozadas al miedo positivo de su compañero, logró picar otra vez su amor propio y le obligó a torcer por la derecha.
Entonces, en cuanto se vio solo, De Pas subió corriendo cuanto podía, tropezando con troncos y zarzas, ramas caídas y ramas pendientes... Iba ciego; le daba el corazón, que reventaba de celos, de cólera, que iba a sorprender a don Álvaro y a la Regenta en coloquio amoroso cuando menos. « ¿Por qué? ¿No era lo probable que estuvieran con ellos Paco, Joaquín, Visita, Obdulia y los demás que habían subido al bosque?». No, no, gritaba el presentimiento. Y razonaba diciendo: don Álvaro sabe mucho de estas aventuras, ya habrá él aprovechado la ocasión, ya se habrá dado trazas para quedarse a solas con ella. Paco y Joaquín no habrán puesto obstáculos, habrán procurado lo mismo para quedarse con Obdulia y Edelmira respectivamente. Visitación los habrá ayudado. Bermúdez es un idiota... de fijo están solos. Y vuelta a correr cuanto podía, tropezando sin cesar, arrastrando con dificultad el balandrán empapado que pesaba arrobas, la sotana desgarrada a trechos y cubierta de lodo y telarañas mojadas. También él llevaba la boca y los ojos envueltos en hilos pegajosos, tenues, entremetidos.
Llegó a lo más alto, a lo más espeso. Los truenos, todavía formidables, retumbaban ya más lejos. Se había equivocado, no estaba hacia aquel lado la cabaña. Siguió hacia la derecha, separando con dificultad las espinas de cien plantas ariscas, que le cerraban el paso. Al fin vio entre las ramas la caseta rústica... Alguien se movía dentro... Corrió como un loco, sin saber lo que iba a hacer si encontraba allí lo que esperaba..., dispuesto a matar si era preciso... ciego...
-¡Jinojo! que me ha dado usted un susto... -gritó don Víctor, que descansaba allí dentro, sobre un banco rústico, mientras retorcía con fuerza el sombrero flexible que chorreaba una catarata de agua clara.
-¡No están! -dijo el Magistral sin pensar en la sospecha que podían despertar su aspecto, su conducta, su voz trémula, todo lo que delataba a voces su pasión, sus celos, su indignación de marido ultrajado, absurda en él.
Leopoldo Alas, “Clarín”, La Regenta

1.- LOCALIZACIÓN
El texto que vamos a comentar pertenece a Clarín, concretamente a su novela La Regenta. Clarín fue un intelectual de ideas liberales que denunció en sus obras, sobre todo en La Regenta, la corrupción política y la hipocresía de la sociedad de la Restauración. Participa de los principios del Naturalismo, a finales del siglo XIX.
2.- TEMA
Celos (del Magistral hacia Ana y Don Álvaro)
3.- ARGUMENTO
El Magistral busca por el monte, donde cree que están, a Ana y a su amante. Cuando cree que los va a encontrar en una cabaña, descubre, enojado, que se trata de Don Víctor, que está allí descansando.
4.- ESTRUCTURA
Se podría dividir el presente texto en tres partes:
- La primera, desde “echó…” hasta “…vez”, en la que se plantea la situación.
- La segunda, desde “El Magistral…” hasta “…ciego…”, en la que se narra la búsqueda que hace el magistral y sus reflexiones llevado por los celos.
- La tercera, desde “¡Jinojo!...” hasta “…en él.” En ella se narra el encuentro con don Víctor, y la reacción del Magistral.
5.- RECURSOS
- Encontramos una de las características principales del Realismo, que es la presencia del narrador omnisciente. Una de cuyas características es el uso de la 3ª persona del singular en los verbos: en las dos primeras líneas ya vemos ese uso de la 3ªps en“De Pas subió corriendo”; y el conocimiento que tiene de los pensamientos y sentimientos de los personajes: “Iba ciego; le daba el corazón, que reventaba de celos…”
- El uso del estilo directo
- En las descripciones, abundan el polisíndeton, el asíndeton y la enumeración, “Y vuelta a correr cuanto podía, tropezando sin cesar, arrastrando con dificultad el balandrán empapado que pesaba arrobas, la sotana desgarrada a trechos y cubierta de lodo y telarañas mojadas.”
- Uso de metáforas (“Iba ciego” “reventaba de celos”),
- Uso de personificación (“gritaba el presentimiento”)
- Uso de hipérbole (“pesaba arrobas”)

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